Contrato de factoring: ¿qué es y cómo funciona?
Contrato de factoring: ¿qué es y cómo funciona?
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El contrato de factoring es una de las variables más importantes a tener en cuenta a la hora de recurrir a un servicio de factorización. Continúa leyendo para conocer cómo redactarlo de forma adecuada sin perder de vista ningún detalle importante.
Sommaire
¿Está buscando una fuente de financiación para su empresa y se pregunta cómo estructurar su contrato de factoring?
La factorización o factoring, es un contrato entre una empresa y una sociedad especializada a la que transfiere las facturas de sus clientes a cambio de liquidez inmediata.
¿Cómo funciona este tipo de contrato y cuáles son sus ventajas e inconvenientes? Continúa leyendo e infórmate al respecto.
Contrato de factoring: definición
El contrato de factoring es un tipo de contrato por el cual una empresa transfiere sus facturas a una empresa de factorización, la cual realiza el pago anticipado de las mismas. Es decir, la empresa vende sus facturas a otra empresa llamada factor.
El factor adelanta el pago de las facturas a la empresa y se encarga del cobro a los clientes. Para protegerse de posibles impagos, descuenta un determinado porcentaje del importe de las facturas por crear un fondo de garantía.
El factoring es, pues, un medio de financiación a corto plazo que permite a una empresa obtener el pago anticipado de las facturas de los clientes. Al hacerlo, ya no necesita esperar plazos para obtener los fondos correspondientes.
Es importante saber que el factoring es una técnica reservada exclusivamente para relaciones B2B.
¿Cómo funciona el contrato de factoring?
Existen diferentes tipos de contrato de factoring:
Factorización parcial;
Factorización clásica;
Factorización confidencial;
Etc.
Sin embargo, el modo de funcionamiento sigue siendo casi el mismo.
Así es como opera un contrato de factoring en seis pasos:
La empresa le da la lista de sus clientes al factor. Dependiendo del tipo de contrato de factoring realizado, este puede afectar a todos los clientes de la empresa o solo a una parte.
El factor analiza la situación financiera de los clientes y asegura su solvencia;
La empresa recibe pedidos y emite facturas de clientes;
La empresa transmite las facturas de sus clientes al factor a medida que se emiten;
El factor paga le paga a la empresa la suma correspondiente al importe de las facturas, menos las comisiones y retenciones de garantía en un plazo medio de 24 horas;
El factor cobra el pago de los clientes en la fecha de vencimiento establecida y gestiona las deudas pendientes de pago.
Dependiendo del tipo de factoring, la empresa deberá notificar a sus clientes que transfiere sus facturas a una empresa de factoraje. Esta notificación se realiza colocando un aviso de subrogación en las facturas enviadas al cliente.
Ejemplo de contrato de factoring
A continuación se muestra un ejemplo concreto que le ayudará a comprender mejor el principio de factorización.
La empresa X tiene tres clientes principales: las empresas A, B y C y presta servicios regularmente a estos clientes corporativos. Sin embargo, tarda 35 días en recibir el pago. La empresa X está creciendo con fuerza y necesita efectivo para invertir y pagar a sus empleados.
El director financiero de la empresa X sugiere el factoring como forma de obtener liquidez inmediata. El departamento de ventas de la empresa se puso manos a la obra para encontrar un factor y las dos entidades firman un contrato de factoring.
El proceso comienza cuando las facturas de la empresa se transmiten al factor, quien las controla y luego las valida. Luego, él paga el 80% de las facturas asignadas dentro de las próximas 24 horas. El 20% restante se deduce como comisión para remunerar los servicios del factor y constituir un fondo de garantía.Durante la duración de la colaboración, el factor también gestiona las cuentas de los clientes de la empresa. Luego se encarga de:
Recordatorios;
Recuperación de la deuda;
Gestión de litigios en caso de impago de deudas;
Etc.
Cuando vencen las distintas facturas, los clientes de la empresa pagan el importe de su deuda al factor. En su defecto, el factor recupera del fondo de garantía el importe de las facturas impagadas.
Al finalizar el contrato de factoring, el fondo de garantía se devuelve a la empresa X.
¿Por qué utilizar un contrato de factoring?
Según una idea preconcebida cada vez más cuestionada, el factoring solo está destinado a empresas en dificultades financieras. Sin duda, esta técnica permite tener liquidez inmediata en caso de una brecha significativa entre los ingresos y desembolsos de la empresa.El factoring permite así financiar la necesidad de capital circulante (WCR), por sus siglas en inglés) para que la empresa pueda operar sin esperar el vencimiento de sus facturas.
Sin embargo, por otro lado, el factoring es una alternativa realmente interesante a los préstamos bancarios porque permite tener liquidez inmediata sin endeudarse.
Por tanto, es una buena forma para que cualquier empresa financie su WCR sin demasiado riesgo, a pesar de que no tenga grandes dificultades financieras.
Varias razones pueden motivar el uso del factoring:
En caso de necesitar fondos para invertir;
Para financiar su WCR durante los períodos de menor actividad (actividades estacionales);
Para apoyar el crecimiento empresarial;
Para delegar tareas relacionadas con la gestión de cuentas de clientes, y ganar tiempo para concentrarse en su actividad principal;
Para diversificar sus fuentes de financiación y evitar la dependencia de préstamos bancarios, por ejemplo.
¿Cuáles son los beneficios de la factorización?
El factoring es una solución de financiación que ofrece diversas ventajas a las empresas que la contratan, entre ellas:
Delegación del cobro de deudas
Gracias a la factorización, una empresa puede delegar la carga de la recuperación de la deuda administrativa al factor, evitando así una tarea que puede resultar costosa e improductiva.
Además, el factoring implica algo más que la financiación de la deuda. La empresa de factoring también realiza tareas adicionales, como la gestión administrativa de las cuentas de los clientes. Por ejemplo, se encarga de los recordatorios a los clientes y de los litigios en caso de impago.
Liquidez inmediata
En el funcionamiento habitual de un negocio se otorgan plazos a los clientes para el pago de sus deudas. El promedio de pago suele ser de 15 días, mientras que el plazo legal de 30. En consecuencia, cuando una empresa emite facturas, debe esperar entre 15 y 30 días de media (e incluso 60 días como máximo) para recibir el pago.En este período, pueden surgir desequilibrios entre los retiros y cobros que perjudican al flujo de caja. De este modo, la empresa puede experimentar necesidades de liquidez antes de que se cumplan los plazos de pago.
La factorización es una solución indicada para estos casos. A la empresa le basta con transferir las facturas de sus clientes a una empresa de factoring para obtener liquidez inmediata. En promedio, entre 48 horas y 72 horas después, recibirá el anticipo de fondos por parte del factor.
Protección contra deudas impagas
Cuando vendes tus facturas a una empresa de factoring, también transfieres el riesgo de impago a la empresa. A partir de ese momento, la empresa de factoring se encargará de cobrar los créditos de tus clientes.
Por otro lado, la empresa te exigirá que constituyas un fondo de garantía para cubrir los impagos. Esto significa que si un cliente se declara insolvente, lo único que tiene que hacer la empresa es recurrir a estos fondos para recuperar el anticipo de tesorería que ha pagado.
¿Y las desventajas?
El factoring también tiene tres desventajas principales:
Es una solución costosa
Dentro del contrato se establecen los costos de la factorización y, a raíz de este servicio, el factor cobra dos tipos de comisión:
La comisión de financiación. Su finalidad es remunerar al factor por el anticipo en efectivo que ha pagado. Esta es una tasa de interés que varía entre el 2 y el 4% del importe del volumen de facturas transferidas.
La comisión de factoring. Se trata de la comisión destinada a remunerar al factor por los servicios adicionales que presta, entre ellos la gestión de cuentas de clientes y el seguro de crédito. Ella se levanta entre el 0,2 y el 2% del importe de las facturas transferidas.
Además de estas comisiones, el contrato implica otros costes adicionales como, por ejemplo, operaciones y servicios puntuales: procedimientos contenciosos, auditorías, etc. A esto se suma retención de garantía tomada por el factor.
Todos estos elementos son deducidos por el factor del importe de las facturas asignadas por la empresa. Tanto es así que no cubre entre el 70 y el 90% de su importe.
Por lo tanto, es fundamental tener en cuenta estos costos y los posibles impactos en el flujo de caja de tu empresa antes de optar por el factoring. En particular, debes evaluar si la solución sigue siendo rentable para su negocio a pesar de sus costes.
Un compromiso a largo plazo
Algunos contratos de factoring requiere un compromiso a largo plazo (durante varios meses, por ejemplo). Por tanto, la empresa está obligada a transmitir todas las facturas de sus clientes durante este período.Otros tipos de contrato también pueden requerir un umbral mínimo de facturación. De no alcanzar este umbral, la empresa se expone a sanciones económicas.
Por lo tanto, es importante comprender y negociar el contenido del contrato de factoring antes de firmarlo. También debe tomarse el tiempo para elegir cuidadosamente su factor para que la solución aporte beneficios reales para la empresa.
El deterioro de las relaciones con los clientes
El contrato de factoring conlleva la transferencia parcial de la gestión de relaciones con los clientes. Entonces, la empresa pierde el control de la forma en la que se dirige a sus clientes. A esta altura, es difícil garantizar que la comunicación entre el factor y los clientes se ajuste a la política de la empresa.
El factor podría, por ejemplo, utilizar métodos de recaudación más rígidos. Esto contribuye al deterioro de la relación de la empresa con sus clientes. Además, podrían hacer preguntas sobre las posibles dificultades financieras de la empresa.
¿Qué alternativas al contrato de factoring existen?
Hemos visto que, a pesar de sus múltiples ventajas, el factoring también presenta ciertos límites. ¿Buscas una alternativa al contrato de factoring? ¡Anímate a probar en Hero!
Hero es una solución de pago reservada para PYMES o microempresas B2B que surge como una alternativa innovadora al factoring. De hecho, gracias a Hero, puedes obtener el pago anticipado de las facturas de tus clientes en un plazo de 24 horas tras su transmisión/validación por la plataforma.
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Al mismo tiempo, no debemos lamentar ningún deterioro de sus relaciones comerciales, ya que la plataforma funciona sin avisar a tus clientes.
La suscripción de un contrato de factoring ofrece numerosas ventajas a las empresas que buscan liquidez inmediata para financiar su WCR. Sin embargo, no está exento de inconvenientes dados sus elevados costes. Hero surge así como una alternativa más flexible y menos costosa a contrato de factorización.